Es posible que sepas que la exfoliación de la piel es eso que tiene algo que ver con frotarse el rostro. Quizás escuchaste que esta es la solución para lograr una piel más fresca y con una apariencia más radiante. ¡Ambas cosas son verdad! Si bien nuestro cuerpo tiene su propio mecanismo de exfoliación (un proceso que se denomina descamación) hay un problema: no siempre realiza un trabajo completo.
La exfoliación natural no siempre sucede de una manera lo suficientemente eficiente para que tengas ese cutis sin maquillaje pero perfecto listo para la foto, que todas queremos. Zonas secas, escamas, poros obstruidos; muchas cosas pueden ir mal cuando se deja que la piel se ocupe de sí misma. Por fortuna, los exfoliantes granulados para el rostro pueden ayudar a deshacerse de las células muertas de la piel que tu cuerpo no puede eliminar por sí mismo.
En este artículo, analizaremos la ciencia de la exfoliación de la piel y por qué es una ventaja introducir un exfoliante facial en tu rutina del cuidado de la piel.
DESCAMA…¿QUÉ?
¿Sabías que tu piel se renueva constantemente por sí sola? (Sí, sabemos que parece algo absurdo). Básicamente, tu cuerpo siempre está generando nuevas células de la piel: Mientras duermes, mientras comes, cuando estás en clases o en una reunión matutina en el trabajo, ya sabes de lo que hablamos. El ciclo completo de renovación de la piel tarda aproximadamente entre 30 a 75 días, dependiendo de cosas como tu edad, tu tipo de piel, los productos que utilizas e incluso el lugar donde vives. La mayoría de los adultos tarda aproximadamente un mes en producir de forma natural un conjunto nuevo de células de la piel.
A medida que esto sucede, las células más viejas son empujadas hacia arriba a través de las diversas capas de la epidermis con dirección a la superficie, donde se secan y eventualmente se desprenden. La palabra científica oficial (y enrevesada) para este proceso de desprendimiento es “descamación”). Una vez que las células se desprenden de forma natural, eventualmente se convierten en polvo que se asienta en los muebles y en los recovecos y grietas de tu casa. ¡Suena horrible, pero es la verdad!
No obstante, el proceso no es perfecto. A veces estas células viejas no se desprenden lo suficientemente rápido, esta acumulación puede hacer que tu cutis tenga una apariencia rugosa, opaca y cansada.
ENTONCES, ¿EN QUÉ MOMENTO DEBEN ENTRAR EN ACCIÓN LOS EXFOLIANTES FACIALES?
Debido a que el proceso de descamación de las personas funciona de manera distinta, el proceso de renovación natural de la piel no siempre podrá eliminar una cantidad suficiente de células muertas para mantener el tipo de piel brillante y limpia que la mayoría de nosotras se esfuerza por obtener. Presentamos al exfoliante facial.
Si se usan correctamente, estos limpiadores faciales profundos pueden ayudar a reforzar la luminosidad gracias a que pulen de forma delicada las células muertas residuales (¡esas escamas molestas!). A menudo esto significa una mejor absorción de los productos que son buenos para la piel que ya están utilizando, además de una menor cantidad de folículos pilosos obstruidos. Dicho de manera sencilla: un cuidado de la piel más resistente y menor cantidad de reacciones.
Si bien es natural que la piel tenga un color ligeramente rojo después de la exfoliación, nunca debe doler ni parecer irritada. ¡Si lo está, detente! Debes hacerlo con delicadeza: el rostro no es un pedazo de madera que se debe lijar. Y definitivamente no debes utilizar exfoliantes faciales sobre la piel irritada o quemada por el sol.
Y para aquellas que omiten TL; DR, aquí les va un dato: la piel exfoliada de manera correcta tiene una apariencia más fresca, suave y definitivamente más radiante. Si bien el cuerpo ya se exfolia de manera natural, agregar un exfoliante facial a tu rutina de cuidado de la piel actual puede hacer que tu cutis pase de sencillamente bueno a un cutis radiante. Y ahora, estimadas lectoras, vayan y exfolien con responsabilidad. ¡Y no se olviden de ostentar esa piel hermosa y saludable!